Mi camino profesional comenzó en Granada a través de terapias grupales y supervisión de casos. Una experiencia que despertó en mí un profundo interés por el acompañamiento terapéutico. Algo que ha guiado cada paso de mi trayectoria.
Con el deseo de volver a mis raíces, continué mi labor en Manzanares, donde desarrollé talleres grupales dirigidos a personas con Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica, así como talleres de Mindfulness. Sin embargo, sentía que el camino sólo acababa de empezar, el tiempo me llevó a especializarme en intervención clínica mediante el Máster en Psicología General Sanitaria, junto con otras formaciones centradas en psicopatología infanto-juvenil y el abordaje de la conducta suicida.
Ese recorrido me abrió nuevas puertas hacia el ámbito social llegando a alcanzar el puesto de coordinadora. En este tiempo, pude diseñar y desarrollar diversos proyectos de prevención, detección e intervención en problemáticas tan relevantes como el suicidio, la igualdad, el juego patológico, la violencia hacia las mujeres o la LGTBIfobia. De manera paralela, he ido formando parte de equipos de salud mental, una experiencia que me ha nutrido tanto a nivel personal como profesional.
Hoy sigo creciendo, formándome y caminando con la misma ilusión del principio. Mi camino sin duda se dirige a la práctica clínica, ese lugar donde siento que lo que hago tiene sentido.